El uso cotidiano de los equipo provoca desgaste en las partes móviles, así como el desajuste de diversos parámetros mecánicos, electrónicos y/o de
software, lo que sumado a la exposición a los cambiantes factores ambientales,
y en algunos casos la mala operación de los usuarios, aumentan la posibilidad
de que los aparatos presenten algún tipo de error o falla que, en ocasiones los
inutiliza de forma definitiva.
El mantenimiento preventivo, consiste en un primer término en realizar
una inspección física, que permita evaluar la funcionalidad, calidad y
eficiencia con la que operan los equipos de cómputo e impresoras en su caso.
Posteriormente, se evalúan los parámetros correspondientes a los sistemas electrónicos
y sus componentes.
La eliminación de polvo, humedad e incluso objetos como agujas,
monedas, papel, grapas, clips, etc., que generalmente llegan a alojarse en el
interior, asi como el ajuste y lubricación de componentes mecánicos fijos o móviles
(cuando aplique), la detección y ajuste de cualquier aspecto que implique una
posible falla potencial (sin dejar de observar las especificaciones del
fabricante), es vital para evitar averías
irreparables y/o costos innecesarios.
Así pues, podemos concluir que el mantenimiento preventivo de las de
computadoras e impresoras, permite evitar costos innecesarios en reparaciones
mayores, así como la pérdida total o parcial de información, además garantiza
que los equipos se mantengan operativos de acuerdo a los parámetros especificados
por el fabricante.
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